viernes, 13 de noviembre de 2009

No Te Salves



No siempre los amigos aceptan nuestros cambios de rumbo. Aún cuando saben que el cambio es positivo, no les cuadra. Como si les pusieran el espejo de sus errores enfrente. Como si nuestro cambio afectara sus vidas y costumbres (cosa que a menudo sucede). Entonces uno tiene que decidir. Que pasa si este cambio, a todas luces un cambio para mejorar, a corto plazo pareciera arruinar, echar por tierra lo que antes, en la vida pasada, conseguimos conquistar?

Por experiencia propia sé que toma tiempo. El proceso de ajuste es largo y por momentos incómodo. Enfrentamos el juicio de los que nos rodean y miran con muecas escépticas, sonrisas incrédulas y nos apoyan sólo con palmaditas en la espalda. Una más de las tantas pruebas que el destino elige y como vallas que salta el corredor, debemos brincar con elegancia, ritmo y decisión.

Que hay de la posibilidad de dar la vuelta y correr en dirección contraria? Volver a esa realidad anterior, tal vez cómoda y facilona. Seguro para muchos se presenta como lo fácil y evidente. Ups! error... mejor volver atrás. Piensa el corredor despistado y pegando un giro descoordinado emprende féliz el regreso, esperando que todo vuelva a la normalidad. Pero no. Eso no me pasa.

Hece pocas semanas la imagen de un cruce de caminos se grabó en mi mente. A diferencia de mis incontables carreteras que se extienden hasta el horizonte, ésta imagen no se veía recta y despejada, sino llena de dudas, curvas y sobre todo, de señales. CROSSROADS puse en mi Facebook. Entrecruzada. Cruce de caminos. Decisión. El problema con ésta decisión, y con casi todas que valen la pena, es que uno no sabe si es la correcta hasta que llega al destino.

Y el problema conmigo es que detesto volver hacia atrás.

Las monedas del I Ching. Sabias e impenetrables echan alguna luz sobre la noche delante, pero como siempre, las monedas son cambiantes y la realidad también. Cuanto del destino está escrito y cuanto tenemos que reescribir, cambiar, desafiar?

Quienes nos apoyan, quienes nos empujan y quienes temen?
Quien puede saber que posibilidad espera tras las curvas del cambio?
Cómo diferenciar, entre la gente que nos rodea, la sincera voluntad del egoísmo?

Hoy leí un poema de Bennedetti en el "muro" de un amigo. Aquí va: (Gracias Domingo Giribaldi y Karla Esteves)


No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino

no congeles el júbilo

no quieras con desgana

no te salves ahora
ni nunca

no te salves

no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo

no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño

no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si

pese a todo

no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces

no te quedes conmigo. (Mario Benedetti)

Despué de rodar 5mil kilómetros, no hay quien me tome la foto.

Despué de rodar 5mil kilómetros, no hay quien me tome la foto.
La vieja cámara puesta sobre la tierra...