Al pirata viejo, cojo y tuerto
le pica el ojo vacío,
le duele la pierna que ya no tiene.
Y en su silla de bambú, ya retirado
una botella de ron trae recuerdos
de hermosas princesas ,
feroces combates
y otra vez vuelve a ser traicionado
por la muerte
que nunca llegó.
2 comentarios:
Qué bueno!
Que bonita sorpresa, un poeta.
Me encanta:)))
Uff, que geniales fotos también Vagamundo o patiperro, como le decimos por acá.
Envidiaaaaaaaaaaa me das!!!
Cuídese
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